Los probióticos son definidos como microorganismos vivos que, cuando son administrados en dosis adecuadas, confieren beneficios a la salud. 

L. johnsonii, es uno de ellos, el cual está ampliamente distribuido en el tracto gastrointestinal.

Esta especie forma parte de la microbiota vaginal sana, ayuda en la digestión de polisacáridos y proteínas y también participa en la síntesis de algunos nutrientes, entre ellos vitaminas y ácidos grasos de cadena corta. 

Beneficios: 

• Modula el sistema inmune a través de variaciones en células como los macrófagos, células T y niveles de citocinas que favorecen la inmunidad humoral y generación de anticuerpos.
• Mejora la función de la barrera intestinal
• Actúa en diversos órganos del cuerpo: cerebro, pulmones, hígado, estómago, intestino delgado, tejido adiposo.
• Reduce significativamente el virus sincitial respiratorio, induciendo la respuesta pulmonar
• Potenciales efectos antimicrobianos contra la mayoría de patógenos bacterianos entéricos, gástricos y rotavirus (infecciones por H. pylori, colitis, diarrea por E. coli.
• Produce moléculas que actúan como toxinas contra otros microorganismos, las cuales actúan sobre inhibiendo la actividad de H. pylori
• El consumo de L. johnsonii se debe complementar con la ingesta de abundantes líquidos y el consumo de prebióticos tales como la inulina de achicoria, pectina, plántago entre otros.

Modo de uso:  Tomar 1 cápsula al día vía oral.